Solo quiero compartir contigo algunas estrategias que me han permitido convertirme en una mujer más serena al momento de enfrentar las dificultades cotidianas.
En el pasado, yo al igual que tu, perdía la paz y el sueño cuando tenía una discusión con mi pareja, con mis hijos o me pasaba algo en el trabajo.
Después de mucho dolor y sufrimiento por resistirme a la realidad entendí que hay solo dos tipos de dificultades, aquellas que puedo cambiar y aquellas que no puedo cambiar.
¿Sabes? Desde que entendí esto vivo más feliz y con menos estrés.